Los tejidos técnicos, la innovación de presente y de futuro
(article revista Toldo)
Desde la ropa protectora de trabajo, las cubiertas de los edificios, los automóviles o los aviones hasta los materiales aislantes para casas, los textiles técnicos se aplican hoy en casi todas partes. En realidad, esta industria se encuentra entre los sectores económicos más innovadores: de acuerdo con los analistas, el sector de los textiles técnicos se halla en el ranking entre los cinco campos de alta tecnología con el mayor potencial de desarrollo para el futuro. El volumen de mercado de los textiles técnicos alcanza en la actualidad aproximadamente 97 mil millones de euros en todo el mundo. En el consumo de textiles técnicos, Asia va a la cabeza con 8,5 millones de toneladas, seguida por los EE UU con 5,8 millones y por Europa con 4,8 millones de toneladas. En Alemania –líder mundial juntamente con los EE UU– la cuota de textiles técnicos en la cifra total de negocios textiles se encuentra mientras tanto entre alrededor de un 52 por ciento.
La patronal Ateval y Caixa Ontinyent han publicado recientemente un estudio sobre las ferias internacionales relacionadas con los tejidos técnicos que pretende ser una herramienta para “abrir los ojos a los empresarios” sobre la necesidad de que incorporen los tejidos técnicos “para ir más allá de la tradición”.
A partir de la publicación del libro, varios periodistas de la Comunidad Valenciana se han hecho eco de las posibilidades de los tejidos técnicos y han propuesto varios artículos en los diarios generalistas de la región levantina que ponen de relieve que este sector está dando pasos importantes para hacerse un lugar que antes ocupaban otros productos.
Si tomamos como ejemplo el total de tejidos que se producen en la Comunitat Valenciana, lugar origen de este estudio y el segundo en el estado español en producción, solamente detrás de Cataluña, solo el 8 % puede ser considerado como técnico, que es el de mayor valor añadido. El sector se ha nutrido fundamentalmente de los tejidos para vestir o para el hogar. Aún así, acapara cerca del 30 % de la producción española de textiles técnicos, que en otros países europeos han ido sustituyendo a los tradicionales a medida que crecía la competencia exterior.
Según publica Jordi Cuenca, en Levante, “hace tiempo que el sector textil valenciano, otrora uno de los símbolos de la industrialización de la autonomía, anda buscando su lugar en el mundo”. La liberalización mundial de esta actividad de principios de siglo y la consiguiente penetración en los mercados globales de productores asiáticos y americanos mucho más competitivos en precio, le hizo daño, pero tal vez su principal lastre fue la falta de capacidad de reacción de sus integrantes, que no vieron las posibilidades que este sector ofrecía más allá de la ropa para vestir o el textil para el hogar. La larga crisis económica ha terminado por agravar la situación. Una de las consecuencias de todo ello ha sido el lento e implacable declive del histórico certamen que organizaba Feria Valencia todos los años y que ahora, muy disminuido, se ha trasladado a Madrid.
Como explicaba Felipe Carrasco, coautor del amplio informe, “los grandes clusters europeos del textil han evolucionado hacia un mayor peso del textil técnico, que es el que aporta mayor valor añadido por su capacidad tecnológica e innovadora. Aquí, sin embargo, estamos por detrás y nuestra intención ha sido abrir los ojos a los empresarios” para que cambien y adapten sus negocios.
El camino a recorrer es largo, porque, como aseguró a este diario el secretario general de Ateval, José Serna, solo el 8 % del sector en la Comunitat Valenciana se dedica a los textiles técnicos, pero, visto desde otra perspectiva, el punto de partida no es tan malo si tenemos en cuenta que, del total de textiles técnicos que se producen en España, entre el 25 % y el 30 % proceden de la autonomía. La mitad del total se concentra en Cataluña.
Así las cosas, el libro centra su análisis en los seis subsectores que tienen una mayor relevancia para este sector y, asimismo, más capacidad de expansión: textiles médicos, construcción, agricultura, ecotextiles, automóviles y transportes de pasajeros y embalaje y transporte de mercancías. Un recorrido por cada uno de ellos es una invitación al futuro, porque, como dice el propio estudio, “el concepto de un sector dirigido únicamente a usos decorativos o de vestimenta ha quedado caduco”.
CONSTRUCCIÓN, la irrupción de los materiales compuestos
El campo de los textiles técnicos para aplicaciones en la construcción «es muy amplio, abarcando productos tales como cubiertas, toldos, carpas o lonas, entre otros artículos textiles de aplicación en espacios públicos a la intemperie, en los que son claves su capacidad para la protección solar o el envejecimiento que ejercen los factores externos.» Otros ámbitos «específicos de la arquitectura textil, según muchos autores, son los agrotextiles, geotextiles, o los materiales textiles para el aislamiento acústico o térmico en el interior de las viviendas». A todo ello hay que sumar la expansión de los materiales compuestos (composites).
El refuerzo de hormigón con materiales composites en lugar de aleaciones de acero permite a la ingeniería civil conseguir una disminución considerable en los pesos; además, se descarta la mayor causa de deterioro de las estructuras de hormigón como puentes, muelles, garajes y plantas que es la corrosión de los refuerzos de acero. En infraestructuras, estos materiales se usan para envolver columnas en puentes de peatones, puentes de carreteras o autovías y robustecimientos de puentes. En edificación, la fibra de vidrio «es el mejor material aislante introducido en ventanas». La aplicación de composites en la construcción de puentes es inicialmente más cara, pero su durabilidad es mucho mayor: entre 75 y 150 años frente a los entre 15 y 30 de los puentes de hormigón.
TEXTILES MÉDICOS, biotextiles y menaje hospitalario
El informe detalla que los biotextiles, el menaje hospitalario y los dispositivos para cuidados son los subsectores con mayores posibilidades de crecimiento, sin olvidar que para reducir costes sanitarios con la monitorización de pacientes crónicos desde su propio domicilio «se están desarrollando diversas innovaciones de textiles inteligentes introduciendo biomarcadores y/o elementos de control electrónicos en los textiles.
ECOTEXTILES, protección de la atmósfera y del agua
Es un mercado incipiente con gran potencial de crecimiento. Tiene aplicaciones en la protección de la atmósfera (filtros y mangas para la depuración del aire producido por las industrias), del suelo y reforestación (para evitar la erosión de las pendientes), del agua (filtros de aguas residuales y redes o mallas para la recogida de residuos) y contra el ruido (materiales aislantes). Asegura el estudio que «la concienciación social y la preocupación por la protección del medio ambiente conlleva que se trate de un sector que, desde un punto de vista industrial, podemos entenderlo como una oportunidad de negocio, un nicho de mercado con el que conseguir un crecimiento económico de las empresas».
AUTOMÓVILES Y TRANSPORTE DE PASAJEROS, un gran consumidor de tejidos técnicos
El consumo global de textiles usados en automoción se estima en más de 4.500.000 toneladas anuales. Este sector acapara el 23 % de las ventas globales de textiles técnicos y se le atribuye, según el informe, «unas claras previsiones de crecimiento a medio y largo plazo», como prueba el hecho, en términos de masa, de que se ha pasado de 20 kilos de textiles presentes en 2000 por unidad a los 35 previstos para 2020.
AGRICULTURA, más materiales textiles que plásticos
El uso de textiles técnicos para agricultura ha experimentado un notable desarrollo a partir de la segunda década de los años ochenta del siglo pasado y se prevé un crecimiento continuado en los próximos años. Son innumerables las aplicaciones en la protección del cultivo, tal como señala el estudio: “La eficacia de las mallas antinsectos y antiplagas, las de protección contra los pájaros, las antigranizo, las de sombreo, las de oscurecimiento o las mantas de protección de las heladas, las pantallas térmicas en invernaderos y muchas más”.
EMBALAJE Y TRANSPORTE DE MERCANCÍAS, de contenedores a depósitos para agua
Se trata de un segmento de mercado que se encuentra en una «fase de dinamismo constante» y con una demanda al alza. Las aplicaciones para este segmento de textiles son numerosas, como las cubiertas para vehículos, cuerdas y cordeles, elementos para el embalaje alimentario, botellas y bandejas cuya función es proteger los productos alimentarios y darles un aspecto agradable, embalaje publicitario y embalaje en el transporte utilizados para envolver y transportar objetos, ofreciendo una mayor protección a los mismos.